TODA BUENA DÁDIVA PROVIENE DE DIOS

TODA BUENA DÁDIVA PROVIENE DE DIOS

Durante mi vida he comprobado que todo lo bueno proviene de Dios, aunque me encontré en muchos momentos de mi vida pasando por circunstancias muy difíciles, que en su momento me hicieron dudar inclusive de su poder, pues era un convencido de que todo lo bueno que en mi vida pasara era porque yo debía forjarlo así, en la palabra dice

Santiago 1:12-18

Soportando las pruebas

12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;

14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

16 Amados hermanos míos, no erréis.

17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Al analizar este pasaje bíblico comprendí de donde proviene y se originan muchas circunstancias que antes de saberlo se las atribuían a alguna especie de castigo divino.

Nuestro señor Jesucristo fue quien afirmo en mi vida esta teoría, en la que me di cuenta que todo trabajo tiene su recompensa, y que Dios no aprieta, y que Dios no pretende ahorcarnos.

Mateo 4:10-11

10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

Así como nuestro señor Jesucristo uno de los grandes antecesores suyos fue el rey David, quien aun siendo muy joven fue declarado por el profeta Samuel como rey de Israel, pero este tuvo que esperar, para que su reinado empezada, y además tuvo que soportar una gran tentación colocada en su camino cuando voluntariamente tomo las riendas y soporto hasta el último momento y dio su golpe final derrotando a Goliat y por ende al pueblo de los filisteos enemigos del pueblo de Dios.

1 Samuel 17:41-46

41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él.

42 Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer.

43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.

45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

Aquí vemos como David tenía algo muy en claro y era, que su fuerza, sabiduría, y poder provenían de Dios, el que no sabía, quien era David era Goliat y por esto subestimo su apariencia al verlo pequeño y escuálido.

Nuestros enemigos son como este gigante Goliat, grandes, fuertes, y rugen muy duro, pero son ciegos, puesto que ellos solo nos ven a nosotros, y no al Dios de los ejércitos que acampa a nuestro lado así está escrito.

Salmos 34: 7-8

7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los temen, Y los defiende.

8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.

De esta manera bíblicamente, está comprobado que nuestro padre celestial el creador de todo lo invisible y lo visible, es galardonador de aquellos que lo buscan solícitamente, hay algo que es muy importante que debemos aprender, que es la vitamina que nos da la fuerza para levantarnos y vivir de manera diferente y es la fe.

Hebreos 11:6

6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

“Solo entiende esto que Tú no necesitas saber todas las cosas. No te detengas por aquello que tú, hoy, no sabes. Confía en Aquel que sí sabe todas las cosas”