REINO DE PODER Y NO DE PALABRAS

REINO DE PODER Y NO DE PALABRAS

Al encontrar testimonios de personas en el transcurrir de mi vida como predicador y ministro de la palabra de Dios, como el de una madre que en un comienzo decía que en algún tiempo de su vida sus sentimientos hacia la humanidad se habían secado, y que al orar sobre ella Dios habilito un calor sobre su corazón y volvió a sentir, y días después escucharle declarar que aunque su hijo, quien es miembro de la fuerza pública la llama a despedirse de ella porque ya sentía que iba a fallecer, esa misma madre que le costaba sentir, manifiesta que doblo sus rodillas y clamo a Dios con tal fe y con tal amor que Dios hizo que los enemigos de su hijo desaparecieran desviando su ruta de donde ellos se encontraban.

Esto me lleva a pesar en algo, y es que el reino de Dios en la tierra se hace realidad en nuestra vida no tan solo con palabras sino también con las obras que realizamos así como lo dice el libro de.

1 Corintios 4:20

20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

Un concepto de poder como lo manifiesta el anterior versículo seria “Tener la capacidad o facultad de hacer determinada cosa”

La biblia nos enseña

Hechos 1:8

8 Pero recibirás poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ti; y ustedes serán mis testigos en Jerusalén, y en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.

Esta es una facultad que Dios entrego a nosotros los seres humanos en Cristo nuestro señor, toda vez que el vino a enseñarnos, y a manifestarnos como debíamos hacerlo, en reuniones como en la actualidad estamos realizando de casa en casa.

Mateo 9:35

35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Lucas 9:11

11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

Tengamos en cuenta estas algunas maneras de poder vivir con el poder del padre celestial.

1.No dependa de sus propias fuerzas:

Salmo 60: 11-12

11 Danos socorro contra el enemigo,

Porque vana es la ayuda de los hombres.

12 En Dios haremos proezas,

Y él hollará a nuestros enemigos.

Reconocer que de Dios proviene nuestro socorro o nuestra fuerza puede ayudarnos a ser más seguros al accionar nuestra arma poderosa, que es nuestra fe y nuestro canal de comunicación que es la oración.

2.Permita que Jesús sea su fortaleza

Salmo 61:2-4

2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.

Llévame a la roca que es más alta que yo,

3 Porque tú has sido mi refugio,

Y torre fuerte delante del enemigo.

4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;

Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.

Que hubiese sido de la vida de los apóstoles de Jesucristo, sino hubiesen recibido su permiso para ejercer el poder sobre natural de Dios en la vida del pueblo de Dios en la tierra. Ellos caminaron y ejecutaron según como Jesús en sus enseñanzas y caminar les decía que hicieran, esto quiere decir que cada logro en Dios, debe ser realizado con la práctica que Cristo nos da y la práctica hace que seamos diestros en la ejecución del poder en nuestra vida.

3. Debemos discernir en que consiste el poder de Dios

Entonces, ¿cómo Dios le dará poder a usted? La Biblia nos dice que “Dios nos ha dado un espíritu de poder, amor y autodisciplina”.

2 Timoteo 1:7

7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

El Señor llena a Su gente “de poder” y “del Espíritu del Señor”

Miqueas 3:8

8 Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

A quien Jesús prometió enviar a todos aquellos que lo han aceptado

Juan 14: 11-14

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

“Esto es el verdadero significado de tener poder de Dios en nuestra vida, no solo ir por ahí de casa en casa diciendo yo amo a Dios, yo soy cristiano, yo soy, no es ser el comprobante perfecto de que nuestra vida estamos siendo un testimonio vivo de la herencia que Dios nos dejó en su hijo Jesucristo. No solo diciendo sino haciendo”.