VELAD Y ORAD EN TODO TIEMPO
- Ministerio Dios Se Proveera
- 18 mar 2018
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Muchas situaciones que ocurren en nuestra vida pueden hacer que aunque seas hombre o mujer de Dios tu vida sea afectada duramente por las lamentaciones de la carne. ¡Qué difícil es tener el carácter de Jesús en nuestra vida!, la palabra de Dios nos demuestra severamente como nuestro señor Jesús al bajar del monte de Getsemaní, de orar aun habiendo advertido a los suyos, ellos bajaron la guardia y los encontró dormidos en lugar de en guardia.
Mateo 26:36-46
Jesús ora en Getsemaní
36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.
37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.
38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.
45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.
Vemos como durante tres ocasiones diferentes nuestro señor Jesús vio a sus discípulos en descanso, derrotados por sus condiciones humanas, vencidos por su carne y por sus debilidades, es sorprendente como nuestro señor Jesús siendo humano lograba vencer su humanidad, con gran determinación, y aun siendo tan fuerte espiritualmente el desde su punto de partida era paciente con sus discípulos, veamos que condiciones humanas nos puede hacer bajar la guardia ante los ataques de nuestro enemigo.
1.La tentación: es el impulso que nos mueve a hacer algo, especialmente algo malo.
1 Corintios 10:13 = 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Santiago 1:1-6 = 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra
Tengamos en cuenta que cuando estemos pasando por cualquier clase de tentación, entendamos que esta está siendo producida por tus propios deseos, por tu manera de pensar anterior a Cristo, o cualquier hábito de conversión de esta tu vida presente o tu vida pasada.
2.Deja Tu Vieja Vestidura: estar en comunión con Dios implica dejar hábitos anteriores tu vida presente, hábitos que si lo reflexionas no te sirven personalmente, por ejemplo si eres alguien que te dedicas a comer glotonamente, puedes tener consecuencias serias
Lucas 21:34
34 Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Romanos 13:13-14
13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
En estos dos versículos encontramos un argumento bíblico del por qué debemos cuidarnos de nuestros antiguos hábitos, siendo estos causales de que nuestras vestiduras ya pasadas por la sangres del cordero puedan ser manchadas por nuestros actos carnales
3. No causes que Jesús te deje en tus manos: muchos seres humanos dejamos que el medio que nos rodea ejerza cierta presión en nuestras decisiones, y hasta en nuestro estilo de vida, somos dados a hacer lo que muchos hacen por malas costumbres adquiridas por ejemplos recibidos. Si mi vecino compra un vehículo último modelo no tenemos paz hasta que el nuestro es del mismo modelo o hasta mejor, y vivimos envidiando la suerte de los demás, y puede ser que el vecino lo haya comprado de manera legal o ilegal por esto la palabra nos enseña esto.
Lucas 19:21
21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
Aquí está claro que Dios a todos nos otorga el poder de recibir y crear nuestra propia riqueza y hasta nuestros propios ingresos pero nuestra condición humana nos limita, por esto en el versículo inicial Jesús les decía a los apóstoles ” – es decir ya relajasen está bien ya me voy a entregar y se liberan de la presión de la oración. Yo no sé Ud. pero esto a mí me preocupa tremendamente, pues yo no quiero de la mesa las sobras, yo quiero estar sentado en la mesa.
“Hoy te invito para que abras tus ojos y te des cuenta que Dios te está entregando todo y solo quiere de ti todo, ósea ofrenda tu vida, pero entrégala con amor, con sacrificio agradable a Dios, has todo lo que Hagas como para Dios”
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